
Voluntariado en Barcelona con Patas Arriba
El voluntariado es el alma de las ONG. En la Fundación Patas Arriba impulsamos un modelo flexible, humano y solidario en Barcelona y alrededores.
En la tercera sesión de nuestro proyecto educativo, abordamos la tenencia responsable, un tema central en el bienestar animal, hablando de los animales domésticos y todo lo que implica su cuidado. A lo largo de la clase, analizamos la responsabilidad que supone convivir con un animal de compañía, los costes económicos asociados, las consecuencias del abandono y el papel esencial que desempeñan las protectoras.
Comenzamos la sesión contextualizando el concepto de “domesticación” y, posteriormente, lo vinculamos con el de “animal de compañía”. Esta distinción nos permitió diferenciar entre un animal con fines utilitarios (como proteger, avisar o producir) y otro cuya función principal es ofrecer compañía y convertirse en un miembro más del núcleo familiar.
Trazamos una línea cronológica y cultural que ayudó al alumnado a entender que esta relación afectiva con los animales no ha sido siempre la norma, y que ha evolucionado con el tiempo y el contexto social.
Dividimos la clase en cuatro grupos: dos se encargaron de identificar los gastos fijos asociados a un animal de compañía, mientras que los otros dos investigaron los gastos puntuales (aquellos que no se repiten de forma cíclica). Después, compartimos todas las ideas en voz alta para llegar a un consenso sobre la diferencia entre ambos tipos de costes.
Una vez clara la distinción, reorganizamos los grupos según su categoría (fijos y puntuales) y les pedimos que investigaran el coste real tomando como ejemplo un perro de tamaño mediano.
A partir de esta actividad, se estimó un coste mensual aproximado de entre 100 y 130 euros por animal. A esta cifra habría que sumar el tiempo, la atención diaria, los paseos y la responsabilidad que implica tener un animal cuando viajamos o cambia nuestra rutina.
Para profundizar en esta reflexión, repartimos al alumnado cuatro fichas con diferentes situaciones familiares. Cada grupo debía argumentar en voz alta si esa familia podía permitirse tener un animal de compañía o no.
Era la primera vez que aplicábamos esta dinámica y el resultado fue muy positivo: generó un debate serio, consciente y realista sobre lo que implica realmente convivir con un animal, más allá de la ilusión o el afecto inicial.
En la parte final de la sesión, analizamos los datos de abandono publicados por la Fundación Affinity y revisamos el protocolo que se sigue desde el momento en que se encuentra un animal abandonado hasta que llega a una protectora.
El alumnado pudo conocer de cerca todas las acciones que realiza una entidad de protección animal para garantizar el bienestar del animal rescatado y trabajar en su proceso de adopción y reintegración en un entorno familiar seguro.
Aunque creemos que todas las familias deberían tener la oportunidad de convivir con un animal de compañía, la realidad es que esta decisión conlleva una inversión económica, de tiempo y energía que no todas pueden asumir. Ser conscientes de estas limitaciones desde edades tempranas es clave para prevenir el abandono.
Además, existen otras formas de convivir con animales, como participar en actividades de voluntariado en protectoras, lo que permite disfrutar de su compañía sin asumir una responsabilidad que no se puede mantener.

El voluntariado es el alma de las ONG. En la Fundación Patas Arriba impulsamos un modelo flexible, humano y solidario en Barcelona y alrededores.

Conoce qué son las cooperativas solidarias y cómo un grupo de alumnos han escogido el bienestar animal como causa para donar.

Fomentamos desde el aula el apadrinamiento responsable y dar voz a los animales invisibles a través de material audiovisual.
En la tercera sesión de nuestro proyecto educativo, abordamos la tenencia responsable, un tema central en el bienestar animal, hablando de los animales domésticos y todo lo que implica su cuidado. A lo largo de la clase, analizamos la responsabilidad que supone convivir con un animal de compañía, los costes económicos asociados, las consecuencias del abandono y el papel esencial que desempeñan las protectoras.
Comenzamos la sesión contextualizando el concepto de “domesticación” y, posteriormente, lo vinculamos con el de “animal de compañía”. Esta distinción nos permitió diferenciar entre un animal con fines utilitarios (como proteger, avisar o producir) y otro cuya función principal es ofrecer compañía y convertirse en un miembro más del núcleo familiar.
Trazamos una línea cronológica y cultural que ayudó al alumnado a entender que esta relación afectiva con los animales no ha sido siempre la norma, y que ha evolucionado con el tiempo y el contexto social.
Dividimos la clase en cuatro grupos: dos se encargaron de identificar los gastos fijos asociados a un animal de compañía, mientras que los otros dos investigaron los gastos puntuales (aquellos que no se repiten de forma cíclica). Después, compartimos todas las ideas en voz alta para llegar a un consenso sobre la diferencia entre ambos tipos de costes.
Una vez clara la distinción, reorganizamos los grupos según su categoría (fijos y puntuales) y les pedimos que investigaran el coste real tomando como ejemplo un perro de tamaño mediano.
A partir de esta actividad, se estimó un coste mensual aproximado de entre 100 y 130 euros por animal. A esta cifra habría que sumar el tiempo, la atención diaria, los paseos y la responsabilidad que implica tener un animal cuando viajamos o cambia nuestra rutina.
Para profundizar en esta reflexión, repartimos al alumnado cuatro fichas con diferentes situaciones familiares. Cada grupo debía argumentar en voz alta si esa familia podía permitirse tener un animal de compañía o no.
Era la primera vez que aplicábamos esta dinámica y el resultado fue muy positivo: generó un debate serio, consciente y realista sobre lo que implica realmente convivir con un animal, más allá de la ilusión o el afecto inicial.
En la parte final de la sesión, analizamos los datos de abandono publicados por la Fundación Affinity y revisamos el protocolo que se sigue desde el momento en que se encuentra un animal abandonado hasta que llega a una protectora.
El alumnado pudo conocer de cerca todas las acciones que realiza una entidad de protección animal para garantizar el bienestar del animal rescatado y trabajar en su proceso de adopción y reintegración en un entorno familiar seguro.
Aunque creemos que todas las familias deberían tener la oportunidad de convivir con un animal de compañía, la realidad es que esta decisión conlleva una inversión económica, de tiempo y energía que no todas pueden asumir. Ser conscientes de estas limitaciones desde edades tempranas es clave para prevenir el abandono.
Además, existen otras formas de convivir con animales, como participar en actividades de voluntariado en protectoras, lo que permite disfrutar de su compañía sin asumir una responsabilidad que no se puede mantener.

El voluntariado es el alma de las ONG. En la Fundación Patas Arriba impulsamos un modelo flexible, humano y solidario en Barcelona y alrededores.

Conoce qué son las cooperativas solidarias y cómo un grupo de alumnos han escogido el bienestar animal como causa para donar.
Fundación Patas Arriba Barcelona – 08028 – Barcelona NIF: G-56230634
RESPONSABLE DEL TRATAMIENTO: Fundación Patas Arriba Barcelona, G56230634, C. Begur, núm. 53, 5-2, info@fundacionpatasarriba.com
FINALIDAD: Dar cumplimiento a las obligaciones legales; Gestionar la vinculación del donante con la entidad (alta como donante y cobros recurrentes); Enviar información sobre las actividades y campañas de la fundación por cualquier medio (incluyendo encuestas, campañas o acciones en las que el donante haya participado); Realización de perfiles para enviar al donante comunicaciones personalizadas (inclusive promocionales o comerciales) por cualquier medio; Facilitar la participación: en programas, proyectos o actividades de la organización; Gestionar la contratación del seguro para la mascota del donante. Para otros fines siempre que promueven el bienestar animal o la erradicación del maltrato o abandono de los animales.
LEGITIMACIÓN: Consentimiento del interesado, relación contractual e interés legítimo.
BASE LEGAL: Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales. Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y del comercio electrónico.
DESTINATARIOS: La Fundación podrá ceder los datos personales a terceros que nos ayuden o colaboren en la gestión de la Fundación en el marco de las finalidades indicadas, así como a las Administraciones Públicas en los supuestos previstos en la normativa vigente. Cuando una ley así lo requiera o, en su caso, sea necesario podrán comunicarse también a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y/o Juzgados y Tribunales u otras Autoridades que sean competentes. No están previstas las transferencias internacionales de datos.
DURACIÓN: Los datos proporcionados se conservarán mientras se mantenga la condición de donante y durante el plazo legal previsto por la normativa vigente que resulte aplicable a la categoría de dato en cuestión (especialmente, en materia de blanqueo de capitales, fiscal y contable).
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