Este último mes hemos llevado a cabo múltiples sesiones en centros de educación secundaria y hemos iniciado las sesiones de aprendizaje y servicio en la protectora. Está siendo una vivencia increíblemente enriquecedora, y en las próximas semanas os lo contaremos en nuestro blog a través de distintos capítulos que no os podéis perder.
Hoy de lo que queremos hablar es de un tema que nos parece fundamental: la importancia de dar la oportunidad a las familias con hijos motivados para participar en nuestras jornadas de voluntariado.
Muchas familias nos escriben preguntando cómo pueden hacer voluntariado con sus hijos. En demasiadas ocasiones se encuentran con puertas cerradas en las protectoras debido a la dificultad de gestionar menores de edad en este entorno. No vamos a engañar a nadie: integrar a voluntarios jóvenes exige organización, supervisión y recursos adicionales. Pero en nuestra experiencia, compensa con creces.
Sabemos que muchas familias –al igual que muchos voluntarios individuales– empiezan con una gran ilusión, convencidas de que vendrán cada domingo sin falta. Sin embargo, la realidad es que, al cabo de unas semanas, esa efusividad inicial se diluye y no volvemos a verlos. Esto es algo con lo que trabajamos constantemente y no nos desmotiva. Siempre hemos concebido el voluntariado como una pirámide: de una base amplia empiezan a ascender auténticos embajadores de nuestra misión y valores.
El voluntario ideal no nace el primer día. Pero con el tiempo, la implicación y la constancia, aparecen esas personas que terminan comprometiéndose al 100% con la causa que defendemos: el bienestar animal.
Esta semana hemos realizado tres sesiones de concienciación sobre bienestar animal, abandono y tenencia responsable en la Escola Pedagogium Cos de Sant Boi de Llobregat. Todo esto fue posible gracias a Nuria, una de nuestras voluntarias, que movió todo para que el proyecto saliera adelante, y a Teresa, su tutora, quien se encargó de la organización.
Nuria es una de esas jóvenes que comenzó haciendo voluntariado con su familia y terminó convirtiéndose en una de las voluntarias más comprometidas.
¿Os imagináis la cara de orgullo de Nuria en clase, con la camiseta de la Fundación, siendo la primera en responder preguntas y compartiendo con sus compañeros lo que cada fin de semana vive con su familia en la protectora? ¿Y la de nuestro docente, viendo ese nivel de implicación en su alumna y voluntaria?
Pues todo eso se contagia. Los demás estudiantes se motivan, participan en debates, plantean dudas y reflexionan sobre lo que significa realmente el bienestar animal y el abandono.

Estos son Jaime, presidente de la Fundación y docente y Nuria, voluntaria y alumna.
Durante estas tres sesiones, trabajamos temas clave:
Sin embargo, cada clase es un mundo y la forma en la que abordamos cada sesión varió en función del nivel de interés, la participación del grupo y los temas que más preocupaban al alumnado de cada clase.
A menudo, los docentes caemos en la trampa de seguir una estructura rígida de sesión. Pero, con el tiempo, hemos aprendido que lo realmente importante no es el formato, sino el mensaje que queremos transmitir.
El cómo lo adaptemos depende de nuestro público. Y con estos estudiantes, ¡funcionó de maravilla!
Al final del día, nos quedamos con su feedback y con una gran reflexión: más de la mitad de los alumnos tenían animales en casa y prácticamente todos mostraban interés por ellos.
Este último mes hemos llevado a cabo múltiples sesiones en centros de educación secundaria y hemos iniciado las sesiones de aprendizaje y servicio en la protectora. Está siendo una vivencia increíblemente enriquecedora, y en las próximas semanas os lo contaremos en nuestro blog a través de distintos capítulos que no os podéis perder.
Hoy de lo que queremos hablar es de un tema que nos parece fundamental: la importancia de dar la oportunidad a las familias con hijos motivados para participar en nuestras jornadas de voluntariado.
Muchas familias nos escriben preguntando cómo pueden hacer voluntariado con sus hijos. En demasiadas ocasiones se encuentran con puertas cerradas en las protectoras debido a la dificultad de gestionar menores de edad en este entorno. No vamos a engañar a nadie: integrar a voluntarios jóvenes exige organización, supervisión y recursos adicionales. Pero en nuestra experiencia, compensa con creces.
Sabemos que muchas familias –al igual que muchos voluntarios individuales– empiezan con una gran ilusión, convencidas de que vendrán cada domingo sin falta. Sin embargo, la realidad es que, al cabo de unas semanas, esa efusividad inicial se diluye y no volvemos a verlos. Esto es algo con lo que trabajamos constantemente y no nos desmotiva. Siempre hemos concebido el voluntariado como una pirámide: de una base amplia empiezan a ascender auténticos embajadores de nuestra misión y valores.
El voluntario ideal no nace el primer día. Pero con el tiempo, la implicación y la constancia, aparecen esas personas que terminan comprometiéndose al 100% con la causa que defendemos: el bienestar animal.
Esta semana hemos realizado tres sesiones de concienciación sobre bienestar animal, abandono y tenencia responsable en la Escola Pedagogium Cos de Sant Boi de Llobregat. Todo esto fue posible gracias a Nuria, una de nuestras voluntarias, que movió todo para que el proyecto saliera adelante, y a Teresa, su tutora, quien se encargó de la organización.
Nuria es una de esas jóvenes que comenzó haciendo voluntariado con su familia y terminó convirtiéndose en una de las voluntarias más comprometidas.
¿Os imagináis la cara de orgullo de Nuria en clase, con la camiseta de la Fundación, siendo la primera en responder preguntas y compartiendo con sus compañeros lo que cada fin de semana vive con su familia en la protectora? ¿Y la de nuestro docente, viendo ese nivel de implicación en su alumna y voluntaria?
Pues todo eso se contagia. Los demás estudiantes se motivan, participan en debates, plantean dudas y reflexionan sobre lo que significa realmente el bienestar animal y el abandono.
Estos son Jaime, presidente de la Fundación y docente y Nuria, voluntaria y alumna.
Durante estas tres sesiones, trabajamos temas clave:
Sin embargo, cada clase es un mundo y la forma en la que abordamos cada sesión varió en función del nivel de interés, la participación del grupo y los temas que más preocupaban al alumnado de cada clase.
A menudo, los docentes caemos en la trampa de seguir una estructura rígida de sesión. Pero, con el tiempo, hemos aprendido que lo realmente importante no es el formato, sino el mensaje que queremos transmitir.
El cómo lo adaptemos depende de nuestro público. Y con estos estudiantes, ¡funcionó de maravilla!
Al final del día, nos quedamos con su feedback y con una gran reflexión: más de la mitad de los alumnos tenían animales en casa y prácticamente todos mostraban interés por ellos.
Fundación Patas Arriba Barcelona – 08028 – Barcelona NIF: G-56230634
RESPONSABLE DEL TRATAMIENTO: Fundación Patas Arriba Barcelona, G56230634, C. Begur, núm. 53, 5-2, info@fundacionpatasarriba.com
FINALIDAD: Dar cumplimiento a las obligaciones legales; Gestionar la vinculación del donante con la entidad (alta como donante y cobros recurrentes); Enviar información sobre las actividades y campañas de la fundación por cualquier medio (incluyendo encuestas, campañas o acciones en las que el donante haya participado); Realización de perfiles para enviar al donante comunicaciones personalizadas (inclusive promocionales o comerciales) por cualquier medio; Facilitar la participación: en programas, proyectos o actividades de la organización; Gestionar la contratación del seguro para la mascota del donante. Para otros fines siempre que promueven el bienestar animal o la erradicación del maltrato o abandono de los animales.
LEGITIMACIÓN: Consentimiento del interesado, relación contractual e interés legítimo.
BASE LEGAL: Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de abril de 2016, relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales. Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y del comercio electrónico.
DESTINATARIOS: La Fundación podrá ceder los datos personales a terceros que nos ayuden o colaboren en la gestión de la Fundación en el marco de las finalidades indicadas, así como a las Administraciones Públicas en los supuestos previstos en la normativa vigente. Cuando una ley así lo requiera o, en su caso, sea necesario podrán comunicarse también a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y/o Juzgados y Tribunales u otras Autoridades que sean competentes. No están previstas las transferencias internacionales de datos.
DURACIÓN: Los datos proporcionados se conservarán mientras se mantenga la condición de donante y durante el plazo legal previsto por la normativa vigente que resulte aplicable a la categoría de dato en cuestión (especialmente, en materia de blanqueo de capitales, fiscal y contable).
DERECHOS: Le asiste el derecho de acceso, rectificación, cancelación o supresión y oposición, así como el derecho a la limitación de la finalidad y portabilidad de sus datos en formato automatizado, así como el derecho a retirar el consentimiento prestado en cualquier momento. A tales efectos, podrá dirigirse a nuestra dirección: info@fundacionpatasarriba.com y/o al teléfono +34 675 40 42 54.
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